Comúnmente se nos suele decir cosas como que "El tiempo de dios es perfecto", que "Todo llega a su tiempo", y vaya, un montón de cosas así. Claro que no me meto con ello, que está bien pensar de esa forma. Mas sin embargo, este post se trata sobre mi continua guerra con esas frasesitas y me relación AMOR-ODIO con mi propia impaciencia.
Para serles sincera, creo que desde pequeña la he venido agrandando de granito en granito. Supongo que es normal, o sea, todos sufrimos de ella, pero es claro que unos más que otros. Yo considero que la magia se encuentra en controlar más esa parte de nosotros y encontrar el punto sabio y reflexivo que viene del APRENDER a SER PACIENTE, a esperar.
Siento que la impaciencia se ha convertido en una de mis más grandes debilidades, siento que me ha quitado mucho, y recién lo veo. Con esto no tengo la intención de explicarles como logré ser más paciente y volver todo un post de superación, que claro, realmente me encantaría que así fuera, pero la realidad es otra. La realidad es que mi vida sigue rigiendose en base a estas ganas de salir corriendo siempre, en querer llegar de primero en todo lo que me proponga, en suponer que todo lo que desee llegará a mí en cuestión de UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS, y eso la verdad, me esta agotando,
me cansa,
me frusta,
me crea ansiedad,
me hace NO estar en el AQUI Y AHORA, siempre volando precipitadamente al futuro o queriendo reparar el pasado.
¿Que si quiero cambiar esto?
- POR SUPUESTO QUE SÍ. Por eso empiezo con este post, porque escribiendo logro entenderme más fácilmente, logro ver todo desde otra perspectiva, como si lo hubiera escrito otra persona, no sé si también les pasa, pero la cuestión es que así funciono yo.
Leyendo un poco por INTERNET encontre un montón de información sobre las consecuencias psicológicas y hasta físicas, SÍ, físicas que genera el ser una persona IMPACIENTE. Les contaré un poquito de las que más inciden en mi día a día para que se hagan una idea.
CONSECUENCIAS PSICOLóGICAS:
-La frustación.
-La impotencia.
-La ansiedad.
-La imposibilidad de vivir el PRESENTE.
-La falta de objetividad y con ello, el refuerzo de nuestras emociones negativas.
O sea, en pocas palabras esto es un lío GRANDE, pero que diría yo... GRANDISIMO.
Y es que ok, tener un poquito de esa impaciencia no es malo, de hecho es un gran impulsador para lograr nuestras metas y propósitos. Pero como quién dice "TODO EN EXCESO ES MALO". Ni tan poco, ni tan tan. Esto es por lo que debo aspirar. Debo aspirar por querer salir corriendo algunas veces y por otras solamente querer parar por un momento para tomarme un respiro y ver que cosas estoy aprendiendo o viviendo en el trayecto del viaje. Así debe ser.
Claro está que este tipo de cosas las vamos aprendiendo con el tiempo, unos más tarde, otros más temprano, en fin, cada uno aprenderá cuando quiera o pueda aprender. Yo por mi parte, empiezo HOY MISMO a disfrutar más mi presente y a valorar dónde y con quién estoy actualmente.
Sin más que decir, te doy las gracias por regalarme un poquito de tu tiempo al leerme y por qué no, también por tal vez sentirte identificado con todo este rollo mío. besos💓💓
Comentarios
Publicar un comentario